El marzo más caluroso de las últimas décadas dejó una “invasión” de grillos en el Litoral

Por: Jorgelina Hiba

Con los sentidos aguzados por la cuarentena y más tiempo para registrar el entorno, muchísimos habitantes de Rosario y la región comenzaron a comentar la inusual presencia de grillos en hogares y patios. ¿Alguna relación con la pandemia? Ninguna. Según explicó el biólogo Matías Pandolfi, experto en evolución, comportamiento y reproducción animal, la llegada del otoño con condiciones preexistentes de calor, alta humedad y baja presión generaron las condiciones para un “bloom” (floración en inglés) de grillos por aumento de la tasa de eclosión promedio.

“Cuando hay períodos largos de baja presión, alta temperatura y alta humedad aparecen estas eclosiones, que en las ciudades suelen percibirse más que en los ambientes naturales” señaló. Pandolfi subrayó que esta “invasión” durará algunos días o semanas hasta que empiece a hacer más frío y recordó que se trata de animales “que no transmiten ninguna enfermedad, no son peligrosos ni agresivos con los humanos, no pican, no tienen veneno y son totalmente inofensivos”.

Por eso el consejo es evitar el uso de insecticidas “porque siempre tiene consecuencias indeseadas” y, aquel que no soporte su presencia, intente evitar el ingreso a su hogar “y nada mas”.

Ficha técnica

Son insectos no muy grandes, de entre 2 y 5 centímetros de largo, emparentados con las langostas y los saltamontes. Algunas especies son las que se conocen como domiciliarias por lo que es común encontrarlos adentro de las casas. La mayoría son de color negro o marrón y tienen hábitos nocturnos tanto para desplazarse como para alimentarse. Tienen patas saltadoras, aunque no llegan a distancias tan grandes como las langostas.

En condiciones naturales viven en madrigueras en el suelo que pueden medir hasta medio metro de longitud y tienen una zona llamada habitación, que es donde están la mayor parte del tiempo, aunque en época reproductivas también están mucho en el ingreso.

Son animales omnívoros que se alimentan de vegetales y otros insectos. Contra la creencia popular que los asocian con las polillas, el biólogo explicó que si bien pueden llegar a comer alguna fibra vegetal de la ropa “no es su principal fuente de alimento”. Su presencia en la naturaleza es regulada por predadores como sapos, arañas, lagartijas y algunas aves.

Canto y cortejo

La época de reproducción es entre primavera y verano, donde se produce el cortejo. Los grillos cantan frotando las alas entre si y solo lo hacen los machos, que tienen un canto de atracción que atrae a las hembras. Si se genera “feeling” luego pasan a otro canto más suave llamado de cortejo.

Los machos son muy agresivos entre si y en algunos lugares de Asia se organizan peleas de grillos. Las hembras no cantan y tienen tímpanos en las patas para escuchar ese canto, que el oído humano escucha de manera distorsionada: “escuchamos el canto pero casi nunca encontramos al grillo, nuestros oídos se confunden” explicó el especialista. Luego de la cópula la hembra entierra los huevos en la tierra.