Por: Jorgelina Hiba
Pocos días después de asumir el poder, en un acto en la reserva natural de Pilar (provincia de Buenos Aires) el entonces flamante presidente Mauricio Macri anunciaba que su gobierno iba a impulsar la sanción de una Ley de presupuestos mínimos para la protección de los Humedales. Una deuda pendiente que dejaba el gobierno anterior y que, junto a otros anuncios más, la nueva administración prometía saldar.
“A lo mejor no saben lo que son los Humedales, yo no lo sabía hasta hace pocos días atrás, pero son muy importantes para luchar contra el cambio climático. Tenemos que cuidar y potenciar este tipo de regalos que nos da la naturaleza en función del país, las futuras generaciones y el mundo entero” señalaba el presidente (http://www.telam.com.ar/notas/201602/134943-macri-ley-humedales.html).
Sobre el final de su mandato se puede constatar que la sanción de una Ley de Humedales es uno más en la lista de anuncios no cumplidos. El desempeño del gobierno saliente en relación a este tema fue muy deficitario, y así lo señaló por ejemplo la Auditoría General de la Nación en algunos informes.
Inacción y desidia
En junio de este año, ese organismo emitió un documento que establece que durante el período auditado (entre 2015 y 2017) “no hubo evidencia de trabajo coordinado entre la Secretaría y la Conadibio (Comisión Nacional Asesora para la Conservación y Utilización Sostenible de la Diversidad Biológica). Tampoco se observó que la conservación de los Humedales haya sido tratada en las subcomisiones”.
La Auditoría también relevó que sólo se publicó el primer nivel del inventario nacional de humedales (todavía faltan el dos y el tres) “a pesar de que es el instrumento esencial para la elaboración y aplicación de políticas de cuidado”. Al mismo tiempo se señala que “no existe en el presupuesto nacional una partida específica para la realización de este inventario ni hay planificación específica para su realización” y se observa “una falta de lineamientos comunes para todo el territorio nacional”. Tampoco se detectaron “criterios técnicos utilizados para la selección y priorización de las provincias donde se realizaron las pruebas piloto”.
Respecto a los sitios Ramsar, lugares considerados como humedales de importancia internacional , la Auditoria expresó que las instancias gubernamentales “no realizaron una evaluación rigurosa de los sitios” ni tampoco desarrollaron un sistema de evaluación ni de monitoreo para establecer su grado de conservación ni para relevar su dinámica.
Una deuda pendiente
La Ley de Presupuestos Mínimos para la Conservación, Protección y Uso Racional y Sustentable de los Humedales busca regular el uso de estas áreas con actividades compatibles con estos ecosistemas. Para eso debe elaborarse un Inventario Nacional de Humedales y organizar la coordinación y cooperación entre jurisdicciones.
Según la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, (más conocida como “Ramsar”), ya se ha destruido más de la mitad de los humedales del mundo, producto del cambio climático y la contaminación.
En Argentina, cerca del 23 por ciento de la superficie del territorio está constituida por humedales que abundan en el noreste, por estar ligados a los ríos de la Cuenca del Plata, pero también pueden encontrarse en zonas áridas y semiáridas, como la Puna o la estepa patagónica.
