Por: Jorgelina Hiba
La bajante del Paraná, que comenzó en pleno invierno y promete seguir un tiempo más, secó hace meses ya el paso natural a la laguna El Embudo ubicada en la zona de Islas frente a Rosario. Esto dejó sin acceso por agua a vecinos y comerciantes que tienen casa o negocio en esa laguna, muy concurrida en verano. También complicó la vida cotidiana de la escuela y de las familias de los alumnos y maestros que concurren allí.
Ante esta situación la denominada “Junta Vecinal El Embudo” decidió hacer una canalización para generar otro ingreso al lugar, lo que a su vez generó el repudio de un grupo de autoconvocados de “amigos de la Isla”, socios del club Regatas, que aseguran que “se está partiendo la isla al medio para que pasen con sus veleros”.
Los autoconvocados piden que la obra se paralice de inmediato y se convoque a una mesa de diálogo, así como la realización de un “estudio serio” de impacto ambiental. Quienes comenzaron con la obra responden que la misma fue autorizada por el gobierno entrerriano y que, en realidad, viene a reponer un viejo paso que ya existía y que había sido tapiado en su momento.
Antecedentes
No es la primera vez que se hacen canales o accesos de entrada a esa laguna por parte de dueños de terrenos o clubes costeros. La polémica que estalla hoy, entonces, expone una situación que no es nueva y que constituye el nudo del problema: la intervención en territorios frágiles que, una vez roto el equilibrio natural, ya no lo recuperan.
Caletas, canales, terraplenes, pasos que van de una laguna a otra o accesos desde el canal principal del río hacia adentro. Hay muchos relatos y muchas historias a lo largo de los años, la mayoría incomprobables ya que se trata de una zona donde domina el más fuerte, la ley tiene fronteras difusas y ni siquiera los títulos de propiedad tienen vigencia total.
Ese desmanejo y falta de control de años, sumado a la inexistencia de organismos académicos que estudien de forma sistemática y prolongada el territorio, entrega los resultados que saltan a la vista hoy en una geografía que se modifica naturalmente todo el tiempo.
Autoconvocados y vecinalistas
Desde la Junta Vecinal explicaron que el cierre del paso natural deja incomunicados a vecinos y a la escuela, impide el acceso de ayuda en caso de emergencia, suspende la actividad recreativa y deportiva y también afecta a quienes tienen viviendas de fin de semana o comercios.
También señalaron que la obra de canalización de El Cañito, después de una suspensión temporal, fue finalmente habilitada por el Consejo Regulador de Uso de Fuentes de Agua (Corufa), que es la autoridad de aplicación de la Ley General de Aguas de Entre Ríos (Ley Nº 9.172).
Ambos grupos aseguran que defienden los intereses de la escuela que funciona en esa zona. Los autoconvocados rechazaron el argumento de que la canalización servirá para que esa institución funcione normalmente ya que “la misma está cerrada por vacaciones hasta marzo”.
“Si la escuela es la principal beneficiada por la canalización ¿por qué a la obra no la pidió la directora del establecimiento o los padres de los niños que asisten al mismo?, se preguntaron.
Por su parte desde la Junta Vecinal afirman que al no haber acceso por agua “los alumnos deben asistir a pie o a caballo, atravesando grandes distancias con potenciales riesgos (mordeduras de víboras, picaduras de insectos), amén del cansancio”. “En un esfuerzo sobrehumano, las docentes trasladan sobre sus propias espaldas garrafas, la mercadería del comedor escolar y cien litros de agua por semana, atravesando el islote de Regatas” explicaron en un comunicado.
Propuestas
Los llamados “Amigos de la Isla Autoconvocados” proponen que se cierre el paso de agua a través de la caleta del Club de Velas y que se drague “La Boca de El Embudo”, al tiempo que convocan a una caravana náutica el próximo sábado 21 de diciembre a partir de las 15 en la obra del lado del río.
En la vereda de enfrenta, la Junta Vecinal afirma que la canalización de El Cañito “no sólo permitirá reconectar El Embudo con el río principal, sino que generará un ingreso de agua que se estima operará como auto dragado de la boca y al mismo tiempo mejorará la calidad del agua”.
