Por: Redacción DA
En Argentina, el 50% de la población rural está representada por mujeres. Según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las mujeres rurales sufren mayores desigualdades: tienden a ser las más perjudicadas por la situación de pobreza, ya que gran parte trabaja en el sector informal; perciben remuneraciones inferiores a las del hombre por las mismas tareas; y tienen mayores dificultades en el acceso a la tierra, a los créditos y a las capacitaciones.
En ese contexto, propuestas formativas como la diseñada en conjunto por La Segunda Seguros y la Red Mujeres Rurales, buscan ser impulsoras para disminuir cada vez más esa brecha existente en el sector, promoviendo la independencia económica.
Programa de Impulso de Emprendimientos Cooperativos
El Programa se llevó a cabo de abril a noviembre divididos en tres ciclos de capacitación. Ofrece diversas herramientas para fortalecer el desarrollo de los grupos cooperativos, destacando la importancia de la equidad, la participación y la solidaridad y brinda formación en habilidades empresariales prácticas, como la gestión de proyectos, el liderazgo, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos.
Durante la convocatoria, muchas mujeres rurales mostraron interés en la capacitación y 50, de 18 provincias distintas, finalmente lo completaron. El grupo de trabajo fue de lo más diverso: había entre las asistentes mujeres que participaban activamente en instancias de decisión en torno a las realidades rurales de distintos lugares del país; otras que con gran esfuerzo venían proponiendo una construcción cooperativa con diversos grupos locales de mujeres emprendedoras; como así también quien llevaba adelante un refugio para mujeres en situación de vulnerabilidad por violencia.
La importancia de las redes
“El propósito de este programa es fortalecer la gobernanza para promover la autonomía económica y el liderazgo de las mujeres rurales en las cooperativas”, explicó Ana Urreaga, analista de Responsabilidad Social Corporativa del área de Gestión Estratégica Sustentable de La Segunda Seguros.
Desde La Segunda Seguros están convencidos que para impulsar este tipo de iniciativas se deben generar vínculos que faciliten un modelo abierto y colaborativo. Es por eso que, además de la alianza con la Red de Mujeres Rurales, sumaron a Creando Futuro Asociación Civil en su rol de facilitador y a FEDEFA (Federación de Fundaciones Argentina) como promotor.
Urreaga expresó que la evaluación del programa es altamente positiva: “Creamos valor, inputs de negocios para nuevos desarrollos de productos, servicios y relaciones con la comunidad. Abrimos una puerta en la casa de cada mujer rural, con actividades y situaciones totalmente diferentes y no solo enfocado en el ámbito agropecuario”.
Por su parte, Pilu Giraudo de la Red Mujeres Rurales expresó: “La convicción del asociativismo para la acción colectiva, encuentra en el cooperativismo una opción garantizada. Aliarnos con La Segunda Seguros no solo nos da certeza de capacitarnos con ´los que más saben´ del tema, sino también aprender de su extensa trayectoria y enorme experiencia”.
Qué nos enseña el cooperativismo
Teresita Martinoya, consejera de ACA y Avalian, respira cooperativismo y es su “filosofía de vida”. Ella sostiene que es “el mejor sistema para construir con el otro de manera igualitaria, compartiendo principios y valores y es un sistema donde uno aprende de los demás, aprende con el otro, aprende el saber hacer”.
Consultada respecto a qué puede aportar a las mujeres rurales, la consejera explicó que brinda una metodología de trabajo, de unión, de formación en los diferentes ámbitos: “Las mujeres encuentran en el sistema cooperativo una estructura y organización de trabajo. Las cooperativas nacieron por una necesidad, qué mejor que ellas puedan trabajar unidas y en forma mancomunada haciendo de esa necesidad una construcción”.
El programa reunió a mujeres con realidades diferentes: “Lo interesante de la virtualidad fue poder unir a mujeres rurales de toda la Argentina, crearon un excelente espacio federal. Había algo en común que las convocó y fue conocer el sistema cooperativo, legislación, doctrina, gobernanza. El intercambio, opinión y aporte de cada una de ellas fue lo más rico de cada uno de los encuentros”, agregó Martinoya.
Un programa que crece
El año que viene representa para La Segunda nuevos desafíos a nivel escalabilidad. “Tenemos como objetivo lograr un alcance mayor, instalando el cooperativismo y la sostenibilidad como base para cubrir las brechas existentes”, expresó Urreaga.
A través de la capacitación, las mujeres rurales del país, con toda su diversidad, se encontraron, intercambiaron y construyeron herramientas que van a potenciar y fortalecer sus actividades cotidianas. “Sostener las alianzas, promover la presencialidad para fortalecer los vínculos, sembrar embajadores cooperativistas que releven necesidades en el territorio y conectar un activo intangible con el negocio, son los desafíos para el año que viene”, concluyó.