En una movilización global inédita por su amplitud alrededor de cuatro millones de personas marcharon en miles de ciudades del mundo para pedirles a sus gobiernos acción política urgente para detener las causas que provocan el cambio climático, que tiene que ver con la quema de combustibles fósiles, el consumo excesivo y el mal uso del suelo para producir alimentos. Estudiantes, sindicatos, científicos pero también empresas y organizaciones civiles y religiosas se unieron bajo un mismo lema: “o sos parte del problema, o sos parte de la solución”.
Según informó la ONG argentina Periodistas Por el Planeta hubo más de cuatro millones de personas en las calles “dando comienzo a una semana de acciones en las que se celebrarán más de 5.800 eventos en 163 países de todos los rincones del mundo”. Hubo 40.000 personas en huelga en Francia; 2.600 en Ucrania; 5.000 en Sudáfrica; 10.000 en Turquía; 5.000 en Japón; 330.000 en Australia; 100.000 en Londres; 400.000 en Australia; 250.000 en Nueva York; y 1,4 millones sólo en Alemania.
En Argentina la hora de las movilizaciones será el próximo viernes 27 tanto en Buenos Aires como en Rosario y Santa Fe. En Rosario la movida está organizada por “Viernes por el Futuro Rosario” (inspirado en el movimiento lanzado hace un año por la estudiante sueca Greta Thunberg) y convocan ese día a partir de las 15 30 en la Plaza San Martín para marchar hacia el Concejo. En la ciudad capital de la provincia la convocatoria será a las 18 30 en el Puente Colgante.
Si bien las demandas son diversas, existe un pedido en común: dejar de quemar combustibles fósiles y tomar medidas reales para superar la crisis climática, cuyas consecuencias ya son evidentes y _según explicó la científica argentina Inés Camilloni en una columna de opinión publicada en Infobae_ “abarcan ámbitos como la salud de la población, recursos hídricos y biodiversidad y sectores como la agrocultura, generación de energía, infraestructura y transporte”.
Las manifestaciones que comenzaron el pasado viernes 20 marcaron el inicio de una movilización global que se extenderá hasta el próximo viernes 27 de septiembre en torno a la Cumbre del Clima de la ONU que se celebrará el 23 de septiembre, que reunirá a los líderes mundiales en un intento de acelerar el abandono de los combustibles fósiles, aplicar el Acuerdo de París y hacer frente al desafío climático.