Agenda ambiental: contaminación, fumigaciones y caza ilegal están en la mira de la Defensoría provincial

Por: Jorgelina Hiba

Desarrollos inmobiliarios que avanzan sin respetar criterios ambientales, fumigaciones con agroquímicos que incumplen las distancias establecidas, contaminación de los cursos de agua, basurales a cielo abierto y caza ilegal: el campo de acción de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe durante el año pasado es un reflejo de la agenda pendiente en materia ambiental en la provincia, donde todavía el control y la planificación tienen un camino que recorrer.

Así se desprende del informe anual 2018 elaborado por ese órgano, cuya misión es proteger los derechos de los ciudadanos y los llamados “intereses difusos” de la comunidad contra actos “irregulares, arbitrarios, ilegítimos, discriminatorios o negligentes” por parte de los funcionarios de la administración pública.

Descontrol periurbano en el sur provincial

Los reclamos son a su vez un reflejo de la realidad socioeconómica de cada zona: en el sur de la provincia, más urbanizado, se repitieron los reclamos por incumplimientos en las urbanizaciones y loteos como la ausencia de estudios de impacto ambiental, planificaciones incompletas o desarrollos que no respetaron los lineamientos del Comité de Ordenamiento Territorial, así como problemas de escurrimientos o alteraciones al terreno sin las autorizaciones o evaluaciones correspondientes. En ese punto desde la Defensoría apuntaron que hay dos investigaciones en curso: una en Tierra de Sueños de Roldán, y otra por el barrio Don Alejandro de Arroyo Seco.

También, y atado a la poca o nula planificación territorial, se repitieron los reclamos por fumigaciones con agroquímicos en cercanías de viviendas o escuelas rurales. En esos casos, la Defensoría actuó de oficio tras tomar en cuenta informaciones publicadas en medios de comunicación o por denuncias.

Contaminación, eje de las denuncias en el norte

Los temas investigados desde ese organismo estatal en el norte de la provincia durante el año pasado tuvieron que ver con denuncias por la calidad del agua, contaminación y basurales a cielo abierto.

En San Javier se denunció la mala calidad del agua corriente ya que, según a presentación, no cumplía los parámetros permitidos. Tras recurrir al Enress se hizo público que durante el año 2017 se habían detectado concentraciones de aluminio superiores a la normativa vigente, tras lo cual el prestador cambió el sulfato de aluminio por cloruro férrico. Pero al realizar nuevos controles volvieron a aparecer anomalías, lo que generó sanciones contra ese prestador del servicio.

En relación a la contaminación de cursos de agua la Defensoría actuó de oficio tras la publicación en medios santafesinos de notas sobre el alto grado de contaminación por plásticos de la laguna Setúbal, según un estudio realizado por investigadores del Conicet. Otro tema recurrente es el de los basurales a cielo abierto: en ese sentido se recibieron denuncias de la comunidad mocoví Santa Teresita, de Helvecia, de San Gregorio y de San Genaro. En todos los casos se denunció disposición de residuos y quema ilegal en predios no habilitados.

Caza ilegal y especies exóticas

Tras una seguidilla de apariciones de ciervos axis (exóticos) en la zona de Rosario, la Defensoría solicitó un informe a los ministerios de Medio Ambiente y de la Producción sobre el control de las actividades de caza y la comercialización de sus productos. Estos organismos brindaron información sobre las modalidades de fiscalización y los controles específicos que se llevan a cabo en las distintas temporadas comerciales de caza y de caza deportiva.