Las quemas en las Islas afectaron las funciones naturales de sus suelos

Por: Jorgelina Hiba

Las quemas que arrasaron con buena parte del Delta del río Paraná durante 2020 tendrán efectos en el tiempo. No sólo se perdió vegetación y diversidad de fauna, sino que otros componentes menos visibles del sistema, como los suelos, resultaron afectados de manera grave. Así lo determinan los resultados preliminares del primer relevamiento hecho en noviembre pasado por un equipo de la Universidad Nacional de Rosario.

El informe señala que el fuego “afectó las funciones del suelo y, con ello, al ambiente de manera inevitable”, para agregar que cuanto más severo es el incendio más se afecta al suelo, por lo que a su vez “más tardará el suelo en recuperarse”.

Algunos de los impactos relevados son una mayor compactación del suelo en zonas afectadas por los incendios. También una importante pérdida de hasta 60% de fósforo almacenado (lo que disminuye la fertilidad) y una disminución de carbono equivalente a  16 toneladas por hectárea.

Tanto por la quema del dióxido de carbono como por la pérdida de vegetación, este Humedal “perdió parte de su relevante rol de sumidero” de gases de efecto invernadero, que es la capacidad de un ecosistema para neutralizar las emisiones contaminantes que alteran la atmósfera y generan el calentamiento global.

Un ecosistema particular

Desde la UNR explicaron que los suelos de las Islas son diferentes a los pampeanos ya
que se conforman con sedimentos que el agua va depositando a lo largo del tiempo. “Son muy particulares y frágiles frente a la agresión del fuego”, señalaron. Con el fuego se quema parte de la materia orgánica que compone el suelo, un componente vital “que
determina la acidez, la porosidad, la reserva de nutrientes y la actividad biológica”.

Al perder porosidad, explicaron, se altera la infiltración de agua y la forma en la que se almacena, lo que luego dificulta la aireación y termina “conspirando contra la compleja actividad de la vida”.

Menos nutrientes

Otro efecto de las quemas sobre los suelos es la pérdida de nutrientes, lo que luego se traduce en una menor fertilidad, una característica que lleva mucho tiempo volver a recomponer. “Perder nitrógeno y fósforo significa tener menos recursos para reponerse luego del incendio, ya que estos nutrientes son muy necesarios para las plantas y para el
suelo mismo”.

Otros efectos derivados de las quemas son las modificaciones en los minerales del suelo, lo que transforma su equilibrio interno y aumentado su inestabilidad.

Compromiso académico

El año pasado la UNR decidió involucrarse de manera directa en el estudio de los impactos ambientales de las quemas en el Delta a través del trabajo de su Plataforma Ambiental, que desde hace meses realiza un monitoreo a largo plazo de las consecuencias y la recuperación del Humedal luego de los incendios.

Para ello se conformó un equipo transdisciplinar con diferentes grupos de investigación. En la temática particular del suelo, trabaja un grupo de la facultad de Ciencias Agrarias compuesto por los ingenieros agrónomos Néstor Di Leo, Sergio Montico y José Alberto
Berardi.