Por: Jorgelina Hiba
En una secuencia que de tan conocida se hace insidiosa, el pasado sábado 29 de febrero finalmente Nación dispuso recursos para combatir las quemas ilegales en el Humedal que une las provincias de Entre Ríos y Santa Fe con la provista de un avión y un helicóptero hidrante para intentar apagar los focos que queman ese territorio desde hace unos tres meses.
Como pasa cada año, a finales de la primavera comenzaron las quemas de pastizal por parte de productores ganaderos que buscan regenerar pasturas para su ganado. A eso se sumó, como también pasa cada año, una cantidad de fuegos provocados por pescadores o acampantes que se detienen en la banquina de la ruta que une Rosario con Victoria para pasar el día, algo que también está prohibido.
Este cúmulo de ilegalidades frecuentes y poco combatidas generaron decenas de focos de incendio esta temporada, que encuentra al territorio isleño particularmente frágil por los casi seis meses de bajante del río Paraná y las escasas lluvias de las últimas semanas, que comienzan a parecerse a una sequía.
Sin lluvia ni caudal de agua que solucionara de manera natural este problema creado por el ser humano, y ante las quejas cada vez más frecuentes y fuertes tanto de quienes transitan con sus vehículos esa ruta como de los habitantes de las ciudades costeras santafesinas como Rosario y Villa Constitución por el humo constante que invade el aire de la región, las autoridades entrerrianas cambiaron su postura y pasaron de desestimar la situación a pedir ayuda a Nación.
De “situación controlada” al pedido de auxilio
El 5 de febrero pasado, en una comunicación oficial, el gobierno de Entre Ríos (bajo cuya jurisdicción están las Islas) alegaba que los incendios “estaban controlados” y que la mayoría de los focos eran originados por pescadores que acampaban a la vera de la ruta.
También mencionaba que “se pronosticaban lluvias”, lo que solucionaría el problema sin necesidad de intervenir, y además recordaba que hasta principios del mes de marzo toda quema en el Humedal estaba prohibida por legislación provincial.
Pero no llovió, las quemas se siguieron haciendo a pesar de la prohibición e imágenes satelitales mostraron que, además de los incendios a la vera de la conexión vial, había decenas de focos Isla adentro atribuibles a productores.
La queja sostenida de las autoridades rosarinas llevó a que finalmente las dos provincias mantuvieran reuniones y lograran sensibilizar a Nación, que -según fuentes oficiales- hace pocos días envío equipo aéreo para apagar los fuegos.
Asimismo, las provincias analizan la incorporación -en caso de ser necesario- de una brigada del Ejército Argentino en la zona para colaborar con el combate de incendios.
Control a turistas
Desde Entre Ríos señalaron que “analizaron la situación que se genera al costado de la ruta donde las personas se instalan a acampar y pescar, lo cual está prohibido y provocan la mayoría de los incendios”. A raíz de eso se decidió “realizar una campaña de concienciación para evitar que la gente acampe o pare al costado de la ruta”.
“Además el municipio de Victoria se comprometió a realizar un convenio con Gendarmería para labrar actas de infracción a los vehículos que estacionan ilegalmente”.