La agenda ambiental de Alberto: entre el acuerdo de Paris y El Vaticano

Por: Jorgelina Hiba

Esta vez, hubo espacio para la agenda ambiental en un discurso de alta política en Argentina: el recién asumido presidente Alberto Fernández le dedicó varios párrafos de su alocución ante el Congreso a los temas verdes, con el cambio climático a la cabeza y una referencia clarísima al Laudato Si, la encíclica ecológica que el papa Francisco publicó hace cuatro años atrás en la que habla de la urgencia de cuidar “la casa común” que es el planeta Tierra (ver https://www.lacapital.com.ar/mas/la-nueva-iglesia-verde-n1524759.html ).

En virtud de eso, dijo, la primera decisión de su gobierno en relación al ambiente fue volver a crear un ministerio “que jerarquice el área”. El mismo estará a cargo de Juan Cabandié, con nula trayectoria en estos temas. Los equipos técnicos que lo rodeen y el grado de decisión política para avanzar en la agenda urgente (clima, agro, minería, fracking) determinarán si se trató de una buena o mala elección.

“Debemos promover una transición justa que asegure que nadie quede atrás, trabajando por los más postergados que sufren los impactos del cambio climático” agregó Fernández, para asegurar luego que su gobierno cumplirá con el acuerdo de París (que exige políticas a los países para que la temperatura del planeta no suba más allá de los 1,5 grados) “sin dejar a nadie atrás”. “Tenemos que entender que el cambio climático daña más a los sectores vulnerables”, argumentó. Y tiene razón.

También mencionó la necesidad de “ordenar las condiciones para la conservación y uso racional de los recursos ambientales, de los bosques y la biodiversidad, de los humedales y los suelos, del mar y sus recursos”. Un guiño, quizá, para avanzar hacia una futura Ley de Humedales, un proyecto hasta ahora cajoneado tanto por el gobierno de Mauricio Macri como por las anteriores gestiones peronistas.

“Reafirmamos nuestra adhesión al acuerdo de Paris priorizando una transición justa que asegure que nadie quede excluido”, agregó.

Laudato si, la clave

“Estamos inspirados en la encíclica Laudato Si de nuestro querido Papa Francisco” señaló el presidente, a la que calificó de “carta magna ética y ecológica a nivel universal”. La realidad argentina no quedó afuera del radar de la encíclica publicada en 2015, que toma nota de los daños ecológicos que ocasiona el actual modelo de agronegocios y denuncia la catarata de problemas derivados de la práctica de monocultivo de la soja en la pampa agrícola: deforestación, pérdida de biodiversidad, aplicación indiscriminada de agroquímicos y afectación de las economías regionales tradicionales.

“La expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”, advierte el documento papal. A la hora de explicar algunos de los factores que originan el calentamiento global menciona el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo “principalmente la deforestación para agricultura”.

Vale recordar que según estimaciones oficiales, Santa Fe perdió el 82 por ciento de sus bosques nativos en las últimas décadas por la expansión de su frontera agropecuaria. El Laudato también advierte que “muchos pájaros e insectos que desaparecen a causa de los agrotóxicos creados por la tecnología son útiles a la misma agricultura”.