Con fresnos, ligustros y plátanos en el top 3 de las especies más frecuentes, la ciudad de Rosario presentó los resultados de su último censo de árboles urbanos: en total hay alrededor de 220 mil ejemplares “de alineación” (en las veredas y sin contar los que están en los parques), un 18.9 por ciento más que en el anterior censo (realizado en 2004/5) con una cobertura que representa una forestación del 79 por ciento de los lugares disponibles.
El fresno es el rey del lugar con 76.210 individuos, el 34,6 por ciento del total: uno de cada tres árboles que pueden verse en las calles rosarinas son de esa especie exótica de hojas caducas que puede llegar a tener una altura de una decena de metros.
Luego viene el ligustro con alrededor de 25.200 ejemplares (el 11%), el plátano con 11. 500 plátanos (5,2%), el crespón con 10 mil ejemplares (4.6%), unos 9 mil ficus (4%), 7.600 liquidambar, 7100 paraísos y 6.700 jacarandaes.
Los datos del censo señalan que en la última década ha crecido la cantidad de jacarandaes, acer, tilos, liquidambar, lapachos y pezuñas de vaca con una gran distribución en todo el tejido urbano. Las 12 especies más presentes representan el 80% de los árboles urbanos (8 caducifolias, 2 semipersistentes (jacarandá y lapacho) y 2 persistentes (ligustro y ficus, no recomendados). Hace 10 años ese porcentaje estaba representado por 10 especies, lo que significa que hubo una mejora en cuanto a la diversidad de árboles en las calles rosarinas.
El arbolado público tiene innumerables beneficios de todo tipo para los humanos que habitan las ciudades por sus aportes en oxigenación y purificación del aire, la sombra que brindan (lo que regula la temperatura), su función como mitigador del ruido y de la contaminación acústica, su papel de “esponja” para ralentizar el efecto de las lluvias fuertes y por supuesto como hábitat y llamador de especies de aves y animales que pueblan el entorno.
Examen clínico
Para llevar adelante este segundo censo de arbolado de alineación (cuyos datos fueron recogidos en 2015 y cuyos resultados se conocen ahora) se relevaron los seis distritos de la ciudad. En todos los casos se evaluó el estado de los árboles , la altura del ejemplar, el diámetro del tronco a 1,30 metro de altura, los daños generados, la inclinación y en requerimiento de trabajo en copa, entre otros.
La investigación reveló que el 94.1% de los árboles estudiados no presenta problemas fitosanitarios y que el 96.5 % no causa interferencias con el alumbrado público, lo que derrumba la excusa frecuente de que “hay que podar” para combatir la inseguridad.
En ese pequeño porcentaje que presenta algún tipo de problema fitosanitario una de las plagas más comunes es el clavel del aire, detectado en tipas, fresnos, jacarandaes, crespón, coníferas, palo borracho y ginkgo biloba entre otros. En cuanto al ataque de cochinillas, los árboles más afectados son los lapachos, los jacarandaes y los tilos.