La bici se mete en el debate electoral

Por: Jorgelina Hiba

Con el impulso de una masa crítica de usuarios cada vez más grande, de grupos de ciclistas organizados y de algunos candidatos políticos jóvenes el uso de la bicicleta como forma de movilidad sustentable en la ciudad se ha convertido, finalmente, en un tema de campaña. El rediseño de los espacios urbanos en función de criterios de sustentabilidad es tendencia en todo el mundo pero no tiene porqué ser patrimonio exclusivo de sociedades “ricas”: con decisión política e ideas innovadoras hacer de la bici una manera segura y ágil de moverse por ciudades como Rosario o Santa Fe es no sólo posible, sino también necesario.

Pablo Botta, de Rosario en Bici, y Joaquín Azcurrain, candidato a concejal de la ciudad de Santa Fe cuyo lema de campaña es “la bici al Concejo” coinciden en señalar que hay un nuevo clima de época impulsado sobre todo por las generaciones más jóvenes donde el uso de la bicicleta como forma diaria de acceder al trabajo, a los estudios o a hacer compras es aceptado como algo práctico, saludable, sustentable y económico.

Esta apropiación social del debate sobre las formas de moverse en la ciudad iba a tener, tarde o temprano, su correlato en el debate político y electoral: “antes ningún político tocaba el tema porque no le interesaba a nadie. Ahora si interesa, saben que le hablan a un sector que puede aportar su voto. Hoy es parte de la agenda y está bueno”, sintetizó Botta.

Además, que sea un tema de campaña significa, justamente, que está establecido como agenda de debate social: “si no se discute se hace lo que pocos quieren sin espacio a la ciudadanía. Con más debate se puede por lo menos contrastar diferentes modelos”, agregó.

Entre la ecología y la economía

También existe un factor coyuntural atado a la crisis económica y al costo de los medios de transporte como el auto o el colectivo: Azcurrain señaló que según un trabajo de investigación que compara los gatos mensuales que demanda cada medio de transporte la bicicleta demanda alrededor de 200 pesos contra  900 de colectivo, 2.500 de taxi y 3600 sólo de nafta para usar un auto particular. “Hay más público por la crisis porque el contexto ha llevado a eso, pero no creo que sea la mayoría”, agregó el político.

Botta razonó de la misma forma: “cuando hay crisis el uso de la bici aumenta porque es el modo de transporte más barato”, para agregar que lo que falta es desarrollar una política “para sostener a esos usuarios temporales”.

La bici al Concejo

Azcurraín, quien va como candidato de concejal en la capital provincial por el partido Igualdad y Participación, es abogado y usuario activo de la bici desde hace algunos años. “Es un eslogan que resume una plataforma de propuestas que toma nota del crecimiento del uso de la bici en la ciudad, que ha sido exponencial”. Eso se refleja en Santa Fe en la aparición de muchas organizaciones que promueven su uso ya que esa ciudad tiene ventajas claves: distancias cortas, geografía plana y clima bueno casi todo el año.

“Hay una masa crítica que demanda mucha política pública para favorecer el uso de la bici porque tenemos problemas de ordenamiento vial en la ciudad”, dijo Azcurraín, para quien se vive un verdadero “cambio de clima y de época en la cabeza de la gente empujada desde la juventud”. Todo ese nicho social demanda más y mejores políticas de movilidad sustentable, un eje que _según el candidato_ “es la punta de lanza para debatir sobre el uso del espacio público y la ciudad y sus espacios verdes”.

Políticas públicas, la clave

¿Se puede plantear la bicicleta como medio de locomoción masivo en las ciudades argentinas, o eso queda para las ricas sociedades europeas? Según Azcurrain “es un error conceptual enorme” pensar que Rosario o Santa Fe sólo pueden articular su movilidad en torno al auto particular: “el auto es una cultura impuesta por una industria que ingresó a base de lobby e impuso una manera de movilidad que hasta hace 130 años no existía”.

Un modelo que puede modificarse “si hay decisión política de parte de los gobiernos locales”. De hecho, aún con poca o nula participación estatal “ese falso mito está cambiando” gracias a la acción de movimientos de ciclistas urbanos muy fuertes en las grandes ciudades de Argentina, algo que _estimó_ “va a seguir creciendo porque es una tendencia mundial”.