Por: Jorgelina Hiba
Con el eje puesto en la gestión de residuos Rosario avanza en la puesta en marcha de su plan local de acción climática, una estrategia que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como forma de mitigación de la crisis climática global. Para analizar la propuesta y avanzar en su implementación se reunieron académicos, funcionarios y referentes de organizaciones sociales en un taller participativo que estuvo bajo la coordinación de la secretaria de Ambiente y Espacio Público de la Municipalidad rosarina.
La secretaria del área, Marina Borgatello, recordó que la mayoría de la población mundial vive en ciudades, lo que obliga a pensar la acción climática desde los centros urbanos: “hay que discutir el futuro y hay que pensarlo desde las ciudades, que deben ser inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles”. En ese camino el compromiso es garantizar políticas públicas de adapatación y mitigación al cambio climático para el año 2020. El punto de partida para avanzar de manera segura es el inventario de emisiones, que opera como una foto del estado de situación de la ciudad
Agenda global
La crisis climática está en el centro de atención a nivel mundial. Rodrigo Perpetuo, de Iclei (Gobiernos Locales por la Sustentabilidad) explicó que el cambio climático “ya no es un tema teórico sino un efecto que llega al territorio y que impone cambios en la forma de pensar la política”. Sobre eso trabaja Iclei bajo la forma de una red de ciudades que priorizan caminos sustentables que incluyan un desarrollo bajo en carbono, equitativo, centrado en las personas, resiliente y circular. “Estamos ante la necesidad de mutar hacia un proceso sistémico y transversal en el cual consideremos a la naturaleza de la ciudad como un activo y cambiar la idea de que es un peligro o un problema”, dijo.
Esto incluye mayor conciencia tanto a la hora del consumo como en el momento de la producción de bienes y servicios y debe apoyarse sobre una transversalidad que atraviese a todos los actores sociales, sean estos empresas, la academia, las ong’s o los estados. En ese punto subrayó que en América Latina el 90% de la población vive en ciudades, lo cual convierte a la acción local en una estrategia clave.
Inventario rosarino
El inventario es una foto que permite saber tanto la cantidad como el tipo de emisión de gases de la ciudad de Rosario. Daniela Mastrángelo, de esa secretaría, explicó que es clave adaptarse al nuevo escenario climático priorizando la protección de los sectores sociales más vulnerables, que son los que sienten de manera más directa este tipo de presión. “Este año tendremos un plan concreto y cuantificable para mitigación y adaptación al cambio climático que operará sobre los ejes de residuos, movilidad y energía”, dijo.
El inventario 2016 muestra la siguiente foto de los consumos energéticos de la ciudad: el 62% es energía estacionaria (electricidad y gas en viviendas, comercios e industrias), el 24% corresponde al transporte y el 14% proviene de los residuos. En el segmento de la basura el principal aporte es la disposición final en relleno sanitario (86%), mientras que el 14% tiene que ver con aguas residuales cloacales. “Por eso es prioritario tratar la fracción orgánica y orientar una estrategia en ese sentido” puntualizó la funcionaria.