Más lluvia y más calor: así impacta el cambio climático en Rosario

Por: Jorgelina Hiba

Más calor, más lluvia y mayor recurrencia de eventos extremos. Esa es la síntesis de cómo ya impacta el cambio climático en Rosario y su región, un escenario que puede variar (mucho) en los próximos años según el éxito que tengan o no tengan los compromisos asumidos por los gobiernos para reducir las emisiones que generan el calentamiento global. En todos los casos y aún en el mejor de los escenarios, el nuevo patrón climático ya se siente: las precipitaciones aumentaron un 10% desde la pasada década de los 70 sobre todo durante los veranos, mientras que la temperatura media en la zona desde 1936 hasta 2017 aumentó un grado, con una aceleración marcada también a partir de los años 70 del siglo pasado.

Así lo expresó la especialista Gabriela Muller en el ciclo ““Diálogos sobre políticas ambientales” organizado por el Centro de Estudios en Políticas Ambientales (Cepas) de la facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la UNR, donde también se expuso sobre los planes en materia de cambio climático del gobierno provincial.

Rosario, al horno

Gabriela Muller, que es investigadora del Conicet y directora del Centro de Variabilidad y Cambio Climático de la UNL, estuvo en la ciudad para presentar los resultados de una investigación encargada por la Municipalidad sobre el aumento de la temperatura en la ciudad. La especialista primero explicó que el concepto de clima refiere a períodos de estudio de al menos 30 años, por lo que el cambio climático “es un cambio en el estado medio del clima”.

La ciudad tiene, en promedio, una temperatura un grado más elevada que hace 50 años, lo que repercute de varias maneras sobre la geografía local. Una de ellas es la exacerbación de los eventos meteorológicos extremos, así como el aumento en la cantidad de días cálidos, la disminución de la cantidad de días fríos, más noches cálidas y un aumento acelerado desde 1970 de los días de verano con mayor frecuencia de noches tropicales con temperaturas mínimas de 20 grados. “Todo condice con un calentamiento regional, con períodos cálidos más largos y períodos fríos más cortos” señaló Muller.

Por el lado de las precipitaciones indicó que “llueve más en menos tiempo” durante los veranos, mientras que al mismo tiempo también hay cada vez mas tiempo sin precipitaciones en las estaciones secas, como vimos en el final de este invierno que acabó hace pocas semanas atrás.

Escenarios

Las tendencias para el clima que viene incluyen tres escenarios: uno “de mitigación” (con un aumento de la temperatura planetaria no mayor a un grado); otro “de estabilización” (más de 2 grados) y un tercero “de altas emisiones” (con más de 4,3 grados para finales del siglo XXI), una posibilidad “para nada exagerada y totalmente posible que depende de las medidas que tomen los gobiernos”. Mientras más caliente se ponga el clima, más lluvias impactarán en esta región del país.

Si bien en cualquiera de los tres escenarios no hay grandes cambios en las temperaturas promedio de Rosario en el futuro cercano (hasta 2035), todo puede cambiar en la segunda parte de este siglo para aumentar hasta 3,5 grados en 2100 en el peor escenario, hasta 2 grados en un escenario intermedio y hasta 1,5 en el mejor de los casos. Desde el año 2035, aún en un escenario de mitigación habrá una suba de 1,5 grados en la región.

Escenario santafesino

En los últimos cuatro años la provincia puso en marcha un plan de mitigación y adaptación al cambio climático bajo la dirección de Eduardo Roudo, entendiendo que las políticas de mitigación buscan atenuar el calentamiento bajando la cantidad de emisiones mientras que las adaptativas apuntan a mejorar la resiliencia.

Roudo señaló que Santa Fe explica el 8% de las emisiones nacionales con las siguientes proporciones: el 49% provienen de la energía, el 43% del agro y el 5% de los residuos. “Si bien a nivel provincial el sector agroindustrial es un gran emisor podemos hacer muy poco porque es la base de nuestro sistema productivo” indicó, lo que llevó al gobierno santafesino a volcarse a una reducción de emisiones del sector energético.

El ambiente en la academia

El Cepas fue creado el año pasado y funciona dentro del Instituto de Investigaciones de esta facultad. “La cuestión ambiental es transversal a muchas carreras e investigaciones” señaló Mirta Geary, la directora de ese centro. Trabajan sobre seis grandes ejes temáticos: agendas ambientales locales, extractivismos, minería, cambio climático, bosques y residuos.