De azul a rojo, sin prisa pero sin pausa. Así se ve el mapa climático de Argentina de los últimos 100 años según datos difundidos por las Naciones Unidas, un gráfico en el cual el azul representa temperaturas más bajas y el rojo tiene que ver con el proceso de calentamiento global que padece todo el planeta, incluida por supuesto América del Sur. Esta imagen de “rayas de calentamiento” forma parte de las actividades de concientización de ese organismo internacional en paralelo con la Cumbre Mundial del Clima, que en estos días tiene lugar en Bonn, Alemania. Alrededor de tres mil especialistas de todo el mundo se han reunido en lo que es una de las citas preparatorias de la COP 25, la gran cumbre climática anual que este año tendrá lugar en diciembre en Santiago de Chile.
Hasta ahora los compromisos adquiridos por los Estados no bastan para alcanzar la meta del Tratado de París, que consiste en conseguir que el calentamiento global no supere la marca de los dos grados en las próximas décadas. La máxima autoridad de la ONU en materia climática, la diplomática mexicana Patricia Espinosa Cantellano, explicó que esta cuestión es el desafío más grande de esta generación y de las venideras.
Según las conclusiones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), el planeta ya se ha calentado alrededor de un grado centígrado en comparación con la época preindustrial. Si todo continúa así, se estima que la temperatura se incremente en tres grados a finales de este siglo. Las consecuencias fatales del aumento global de temperatura incluirán, según la región, un mayor número de olas de calor, de sequías prolongadas, tormentas, fuertes lluvias e inundaciones.