Estado, privados y académicos debatieron sobre la crisis climática y sus impactos en Rosario y la región

Por: Jorgelina Hiba

La crisis climática global impacta en cada región del mundo de manera particular y Rosario y la provincia de Santa Fe no escapan a esa realidad. En torno a la urgencia de encarar acciones concretas para mitigar los efectos del calentamiento global y repensar ciudades y sociedades resilientes a este nuevo escenario funcionarios, académicos y representantes del sector privado participaron de un panel durante la Bienal Ambiental Siar/Cimpar organizada en la ciudad hace pocos días.

Con los modos de producción y de consumo bajo la lupa, los expertos coincidieron en señalar que el tiempo de actuar “es ahora” y que si bien el desafío es enorme no queda margen para la inacción. Algo que, sobre todo, parecen haber entendido las generaciones jóvenes que desde hace un año multiplican las movilizaciones por el clima en todos los rincones del planeta.

Ciudades en foco

Rosario cuenta con un inventario de emisiones de gases de efecto invernadero que opera como una foto de cuánto y cómo contamina la ciudad: residuos, movilidad y consumo de energía son las grandes áreas sobre las cuáles se puede trabajar para mejorar esos índices, según indicó Cecilia Álvarez, la subsecretaria de Ambiente de la ciudad.

Los residuos explican el 14 % de las emisiones, lo que representa al mismo tiempo “una oportunidad y un desafío” que precisan tanto de la acción estatal como del “compromiso ciudadano” a la hora de cambiar de hábitos y afinar formas de consumo. El transporte por su parte representa un 24% de los gases, mientras que la energía llega al 62%, lo que obliga a encarar acciones “de reeducación, a cambiar normas de edificación y a apostar a energías renovables”.

“Las ciudades estamos en vinculación directa con los territorios y es el lugar donde se deben generar debates para avanzar hacia un cambio de hábitos, nuevas formas de consumo y experiencias innovadoras” señaló la funcionaria. Uno de los caminos es la búsqueda de nueva infraestructura que mejore la resiliencia, entre las cuáles mencionó suelos más absorbentes y mayor cantidad de espacios verdes como “factores vitales”.

Privados en acción

El sector privado es clave para encarar procesos de eficiencia energética, optimización de recursos y gestión sustentable de residuos. Así lo explicó Elisabet Williams, presidenta del Cimpar y representante de la industria siderúrgica, quien señaló que un primer paso es “medir el impacto de los procesos productivos para poder luego migrar a modelos con menos emisiones”.

“Desde la COP 21 de Paris el clima está en agenda y desde el sector no negamos el problema, por lo contrario lo enfrentamos. Existen programas y medidas que se pueden llevara delante y es responsabilidad de todos avanzar con eso” dijo. “Las empresas no somos ajenas y son los propios empleados, clientes y proveedores los que cada vez más focalizan en la performance ambiental de las firmas privadas”, agregó, para concluir que “es un tema que compete a todos los actores sociales y que debe ser resuelto entre todos”.

Vamos la academia

Formar profesionales bajo un nuevo paradigma que contemple la crisis climática y hacerlo de manera transversal a las diferentes carreras es el camino trazado por las universidades para aportar desde el lugar de la academia a la solución de lo que muchos consideran es hoy el mayor desafío de la Humanidad. Para Javier Gómez Insausti, director de Ingeniería Ambiental en la UCA, esas casas de estudio deben “apostar a la agenda de innovación y las nuevas tecnologías” para enfrentar la coyuntura.

Para el experto es clave avanzar hacia formaciones que incorporen una perspectiva de sustentabilidad: “ese cambio de perspectiva va a tener que darse porque las nuevas generaciones nos empujan hacia estas nuevas dinámicas”, resumió.

El territorio en cuestión 

Santa Fe es una provincia agroindustrial y, como tal, enfrenta un doble desafío: reducir sus emisiones sin perder de vista que el agro es parte constitutiva de su historia y de su entramado productivo. Eso aseguró Eduardo Roude, director provincial de Cambio Climático, quien señaló que la provincia genera el 8% de las emisiones nacionales y que, para mejorar sus indicadores, se trabaja sobre los conceptos de eficiencia y sustentabilidad tanto en el rubro de la energía como en el agro.

“Hemos abordado dos caminos: reducir las emisiones y aumentar los sumideros de carbono. Es difícil pero debemos encontrar un equilibrio”, manifestó el funcionario. En ese sentido existe un ordenamiento territorial que establece la intangibilidad de determinadas áreas, así como una nueva Ley del Árbol que -si bien de manera muy progresiva- obliga a los privados a encarar procesos de reforestación.