Por: Jorgelina Hiba//Foto de portada: Celina Mutti Lovera
“Las tendencias actuales del calentamiento global son incompatibles con un mundo sostenible y equitativo. Esto ocurre después de más de un siglo de quema de combustibles fósiles y de uso insostenible de la tierra”. Así explica Carolina Vera, investigadora de la UBA y vice directora del Grupo de Trabajo Internacional del IPCC -el panel de científicos del clima de Naciones Unidas- los resultados más importantes del reporte síntesis presentado esta semana por parte de ese panel, que opera como una síntesis de los documentos anteriores y que ratifica lo ya dicho: en un planeta que ya está 1.1 grados centígrados por encima de los niveles pre industriales, ya hay fenómenos meteorológicos y climáticos extremos más frecuentes e intensos como olas de calor, lluvias y sequías, lo que genera “impactos peligrosos en los sistemas naturales, en las personas y en los bienes en todos los rincones del planeta”.
Vera participó de una conferencia de prensa organizada por la ONG Periodistas Por el Planeta después de la presentación del reporte en Suiza, y allí estuvo Dos Ambientes.
Cada vez menos margen de acción
“El ritmo y la escala de lo hecho hasta ahora para enfrentar el calentamiento global son insuficientes. Ha habido avances para reducir riesgos y hay 170 países con algo hecho en materia de adaptación, pero todavía no estamos preparados para enfrentar estos peligros y amenazas”, dijo la experta, que resaltó que ya se han alcanzado algunos límites, como en los ecosistemas costeros y en la alta montaña.
“Nuestros esfuerzos para reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) no han alcanzado y es probable que lleguemos a 1.5 en la primera mitad de la década del 2030. Ya sabemos que el de 1.5 de calentamiento es un nivel deseable no atravesar, porque con cada incremento de temperatura aumentan los riesgos e impactos que se pueden combinar con otros no climáticos, generando lo que se llama una cascada de impactos” describió la científica.
Vera explicó que las opciones para adaptarnos a este clima extremo serán “cada vez más restringidas” y que algunos cambios futuros ya son inevitables y otros irreversibles. Aun así, otros daños, pero podrían limitarse si hay una brusca reducción de las emisiones contaminantes, como nivel del mar y el derretimiento de los casquetes del hielo. “Ya tenemos ecosistemas con daños irreversibles y especies extinguidas”, subrayó.
Una amenaza civilizatoria
Para la científica, que es una de las pocas argentinas en formar parte del panel internacional de expertos en cambio climático de Naciones Unidas, el cambio climático ya es “una amenaza existencial para el bienestar humano, la economía y la naturaleza, de la cual dependemos”.
En este escenario, toma importancia el concepto de justicia climática, ya que las personas más vulnerables a este fenómeno son al mismo tiempo las que menos han contribuido a su existencia. “Las poblaciones más vulnerables son las más afectadas, y de forma desproporcionada”, aseguró durante la conferencia de prensa.
“La escala sin precedentes del desafío de mantener el calentamiento por debajo de 1.5 grados es enorme, cada día que pasa se achica esa ventana de acción y en esta década hay que acelerar la mitigación”, dijo.
Estrategias frente al cambio climático
Para la experta, a nivel de las acciones gubernamentales son importantes las acciones locales que es donde más se sienten los impactos, pero también a nivel regional, nacional e internacional hay que actuar, tanto la sociedad civil como el sector privado. “Es un gran desafío mejorar esta integración de actores para acelerar el cambio hacia un desarrollo resiliente al clima”. Esto significa integrar medidas para adaptarse con acciones que eviten las emisiones y también mejorar la adaptación.
Para eso, es clave la financiación: “la capacidad global financiera alcanza, pero precisamos mejorar la distribución, más que nada hacia los países más vulnerables”.
Impactos locales
¿Cuáles son los impactos esperados del cambio climático en el Litoral argentino? Vera detalló que a nivel general habrá un aumento de la temperatura media y más olas de calor en toda la región, con cambios en las lluvias con tendencias diferentes. En el sudeste de Sudamérica se registra, en líneas generales, un aumento de las lluvias desde 1950, lo que esto no invalida que no se hayan incrementado los episodios secos con déficit de lluvias, de agua en el suelo y disminución de caudales en los ríos. “En el Litoral no podemos descartar tanto episodios húmedos como secos, lo que implica estrategias más grandes de adaptación”.
También destacó para toda la región un incremento de las condiciones que favorecen los incendios.
Agenda de debate
Consultada sobre si los tomadores de decisión regionales tienen plena conciencia de los efectos de la crisis climática, la científica dijo que “aún hay un déficit en considerar al cambio climático como una amenaza transversal”. “Hoy es imposible planear políticas contra la pobreza o en salud pública sin la perspectiva del cambio climático, es algo que tiene que atravesar todas las políticas. Es preocupante que en las alternancias de gobierno esto se minimice o ignore y se demoren las acciones”.
En relación al modelo agroindustrial de tipo extractivista, dijo que la expansión de la frontera agropecuaria “es muy frágil desde lo climático” y que este modelo “es insustentable para la naturaleza y desde lo económico también”.