En los últimos diez años Santa Fe se convirtió en un territorio cada vez más afectado por brotes de dengue. La provincia sufrió cuatro brotes (2009, 2016, 2019 y 2020) siendo el del año pasado el más grave, con una incidencia cuatro veces mayor que el anterior más importante, que fue el del año 2016. Esto significa que la incidencia de la enfermedad va aumentando en la provincia a medida que pasa el tiempo y los brotes son cada vez más frecuentes, con epicentro en el departamento General Obligado que es el que registra la mayor incidencia de casos.
Así se desprende de un estudio realizado por investigadoras del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático (Cevarcam) de la facultad de Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral que fue publicados en la revista Scientific Data Nature.
Cronología de un trabajo
Desde hace tiempo un grupo de investigadoras del Cevarcam estudian de qué modo se relacionan determinadas enfermedades infecciosas con el clima de la región Litoral. Si bien en un principio trabajaban con leptospirosis, en los últimos años pusieron la lupa sobre el dengue. Este interés se acentuó luego del histórico brote de principios del año pasado en gran parte del país, lo que empujó a las científicas a elaborar un diagnóstico de la situación de la provincia en la última década.
Desde la UNL informaron que el estudio “realiza un análisis espacial y temporal de los casos de dengue a partir de datos provistos por el ministerio de Salud de la Nación”, y se detecta que el departamento General Obligado fue el de mayor incidencia en el período de estudio.
La geografía manda
¿Por qué ese departamento es que mayor incidencia de la enfermedad ha mostrado en los últimos 10 años? Según las investigadoras se debe a su ubicación geográfica, ya que -según señalaron- “es la vía de acceso a los países limítrofes donde la enfermedad es endémica y a las provincias del norte de Argentina, en las cuales los casos son más frecuentes”. “Este departamento tiene más probabilidades de ingreso de casos importados desde otras zonas”, destacó María Soledad López, investigadora de la UNL y del Conicet.
Análisis de los serotipos
Otro resultado que muestra el trabajo son los serotipos de dengue que circularon en la provincia. El dengue tiene cuatro serotipos, y hasta 2019 el serotipo 1 fue el que circuló en mayores proporciones. Sin embargo, a partir de 2020 tanto el serotipo 1 como el 4 tuvieron proporciones semejantes. “Es muy importante saber los serotipos que circulan en los momentos de brote porque las formas graves de la enfermedad suelen desarrollarse con mayor probabilidad en personas que se infectaron y vuelven a contraer el virus con un serotipo diferente al anterior”, remarcó por su parte Andrea Gómez, otra de las investigadoras.
Transferencia a la comunidad
Además del alto valor científico de este trabajo, las investigadoras destacaron el aporte que puede realizar a la salud de la población si los datos logran traducirse en acciones concretas. “Luego de detectar que General Obligado era uno de los departamentos de mayor incidencia de la enfermedad, nos acercamos a Reconquista para ofrecer nuestra colaboración y así surgió un convenio entre Conicet y la Municipalidad de esa ciudad. Desde el año pasado venimos trabajando con este Municipio en diferentes aspectos de la problemática del dengue”, señalaron.
Esto incluyó un monitoreo de oviposición (puesta de huevos del mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue) para contar con información en tiempo real, lo que luego le sirve a los tomadores de decisiones para poder maximizar sus recursos y orientar sus estrategias preventivas. Además, detallaron que este año comenzarán a trabajar con el Municipio de Santo Tomé “para evaluar la situación del vector y mejorar las acciones preventivas”.