Verduras con agroquímicos: piden que la Justicia acelere los tiempos y garantice controles del Senasa

Por: Jorgelina Hiba

La Justicia avanza a paso de caracol en la causa que pide mayor control estatal respecto a presencia de agroquímicos no permitidos en verduras y frutas que se venden en comercios  rosarinos. Si bien en agosto del año pasado la jueza Sylvia Aramberri (titular del Juzgado Federal Nº 2 de Rosario) ordenó al Senasa realizar controles más frecuentes y efectivos a esos alimentos la Cámara todavía debe decidir qué hace respecto a la apelación que luego presentó el Estado.

“Esto es materia de urgencia judicial porque no estamos hablando de una causa común y corriente sino de la salud humana. No se puede dilatar más la decisión de la Cámara” explicó el abogado ambientalista Enrique Augusto Zárate. Ese abogado en 2017 realizó estudios independientes corroborados por escribanos en dos verdulerías de Rosario donde se encontraron hasta 11 agroquímicos en el 75% de las muestras analizadas. Entre los productos había químicos prohibidos en Argentina, dosis mayores a las permitidas y mezclas no autorizadas.

Tras realizar la denuncia correspondiente la justicia federal le ordenó al Senasa concretar al menos seis inspecciones y veinticuatro monitoreos anuales en las frutas, verduras y hortalizas que se comercializan en la ciudad. El problema es que ese fallo fue apelado y esa apelación aún no fue resuelta por la Cámara. Por lo que hace casi dos años que a pesar de conocerse con certeza que al menos 30% de las frutas y verduras presentan irregularidades con agroquímicos (dato corroborado por la Provincia) todavía no hay una decisión en firme de la Justicia que obligue al Senasa a actuar de manera más eficaz para proteger la salud de la población.

“Ya presenté un escrito y prometieron darle celeridad, lo cierto es que es un tema que urge y ya no admite más dilaciones” agregó Zárate, quien trabaja con un equipo conformado por Bernardita Iturraspe, Marcela Albanesi y el perito Rodrigo Zárate. Un fallo favorable de la Cámara aceleraría los tiempos para que los controlen sean más frecuentes, efectivos y además tomen estado público.