Por: Jorgelina Hiba
“La energía más barata es la que no se consume”. La frase es conocida y poco marketinera, pero completamente actual y cierta. Si bien enfocarse en procesos de eficiencia energética no es algo visible, los resultados son clave para avanzar en un consumo responsable que permita aliviar dos deudas: la económica y la ambiental, para lo cual lo primero que hay que hacer es formar recursos humanos que entiendan y apliquen estos procesos.
En torno a esas ideas el gobierno de Santa Fe presentó una web que reúne los diferentes programas de eficiencia energética que tiene la Provincia, algunos de los cuáles han sido incluso “exportados” a otros distritos del país como el etiquetado de viviendas y la formación de gestores energéticos para empresas. “Esto es el resultado de lo que hemos hecho todos estos años durante los cuales la eficiencia energética fue uno de los ejes de las políticas públicas desarrolladas desde nuestro área” explicó Verónica Geese, la secretaria de Estado de la Energía.
Según la funcionaria, el mayor obstáculo que debieron enfrentar para avanzar con este paradigma que apunta a reducir el consumo más que a hacer crecer la oferta fue “de formación”. “Tuvimos que capacitar a técnicos y consumidores en base a criterios de sustentabilidad ambiental”, señaló. De hecho, la puesta en marcha de la web (https://www.santafe.gob.ar/ms/eficienciaenergetica/) busca diseminar el conocimiento y hacerlo accesible desde cualquier territorio. “Apostar a la eficiencia no genera mucho marketing pero es la base de todo, porque mejora la competitividad a través de la reducción de costos” sintetizó Geese.
Crisis y leyes
El proyecto de etiquetado de viviendas fue presentado en la Legislatura hace dos años y ya tiene media sanción de Diputados, aunque aún debe ser aprobada por la Cámara Alta santafesina. La idea de esa ley es que el etiquetado se convierta en una herramienta de decisión inmobiliaria al poder tomar el cálculo de “cuánto gasta una vivienda” como un criterio de selección a la hora de comprar una casa o un departamento. Por el momento se han etiquetado alrededor de 500 viviendas y hay unos 200 profesionales formados para llevar adelante ese proceso.
Si bien Santa Fe ya había encarado una serie de políticas públicas para mejorar la eficiencia energética tanto de los particulares como de las empresas, la quita de subsidios a la electricidad y el gas encarada por el gobierno nacional a partir del año 2015 aceleró los tiempos y le dió mayor interés y urgencia económica a algo que antes era visto sólo como una preocupación ambiental.