Rosario redobla su apuesta por la agroecología

Por: Jorgelina Hiba

Más huertas urbanas, más producción periurbana y más reconversión de cultivos extensivos hacia un paradigma que no sea químico dependiente: ese es el plan que la ciudad de Rosario se plantea para el futuro cercano bajo la idea de reforzar los programas agroecológicos ya existentes y sumar territorio a esta forma de hacer agricultura.

Esa fue la propuesta presentada por Verónica Irizar y Antonio Bonfatti, ambos candidatos por el oficialismo a intendenta de Rosario y a gobernador de Santa Fe respectivamente. Y si bien fue un acto de campaña, en este caso al menos se trató de una presentación con propuestas concretas en relación a un tema que preocupa cada vez más a la opinión pública: la forma en la cual se producen las frutas y verduras que se consumen en la ciudad y en la provincia.

El proyecto es ambicioso y se ordena en torno a 10 metas, cinco para la agricultura urbana y otras 5 para las producciones periurbanas: “se trata de dar un salto de escala y de calidad en el paradigma agroecológico de producción de alimentos” señaló Irizar. Además, se busca continuar con la reconversión hacia la agroecología de un grupo de productores que hacen cultivos extensivos en alrededor de 890 hectáreas que están dentro de los límites de Rosario, y que por lo tanto están alcanzados por la ordenanza aprobada hace un año y medio que prohíbe en la ciudad la aplicación de glifosato.

Agricultura urbana

El desarrollo de huertas urbanas en terrenos ociosos apareció en Rosario en 2002 como respuesta de emergencia a la crisis social y económica de esos años. Luego se fue impregnando de una filosofía ambientalmente sustentable y en los últimos años adquirió mayor relevancia gracias al interés creciente de los consumidores por saber de dónde viene lo que comen.

La propuesta incluye duplicar la superficie dedicada a esas explotaciones para pasar de 30 a 60 hectáreas, destinar nuevas parcelas a familias que deseen cultivar sus huertas (no se especificó la superficie), invertir 6 millones de pesos en la creación de un centro de innovación agroecológica que produzca semillas y plantines, crear una red de comunas y municipalidades en toda la provincia que practiquen la agricultura urbana y por último crear un centro local de capacitación en esa materia. El objetivo es llegar a producir 3 mil toneladas por año de frutos y verduras agroecológicas dentro de los límites de la ciudad gracias a la ampliación de esta red.

Periurbanos

En los márgenes de la ciudad también hay emprendimientos productivos que dan fe de lo que fue, hace años, un consistente cinturón frutihortícola deglutido primero por el monocultivo de soja y luego por la expansión descontrolada de desarrollos inmobiliarios. La intención del plan presentado por Irizar y Bonfatti es llegar a las 200 hectáreas y mejorar la infraestructura a través de una inversión de 221 millones para caminos, energía renovable y sistema de riego.

A eso se le sumaría ayuda financiera con líneas de crédito con tasas subvencionadas por la Municipalidad y la Provincia, una red de comercialización nuevo que incluya un mercado mayorista agroecológico, un sello de calidad y capacitación para los productores.